Empecé mi tratamiento en 2020. Al principio del mismo decidí volver a embarazarme. A los poquitos días de la buena noticia de que sería mamá fui diagnosticada con cáncer de tiroides. Los profesionales de Baroci jamás me soltaron la mano. Me acompañaron durante todo mi tratamiento para el cáncer, durante la cirugía y el embarazo. Sané mi corazón y mi alma. Me enseñaron a amarme y perdonarme.
¡Gracias a todo el equipo por la empatía, paciencia y amor con que tratan a cada de uno de sus pacientes!