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Tres consejos para sumar movimiento a tu día a día

La vida moderna puede llevarnos a pasar largas horas sentados o a elegir opciones más cómodas para desplazarnos, lo que reduce considerablemente nuestro nivel de actividad física. Sin embargo, incorporar pequeñas acciones a nuestra rutina diaria puede marcar una gran diferencia para nuestra salud. Aquí te dejamos tres consejos prácticos para sumar movimiento en tu día a día:

1. Usar las escaleras en lugar del ascensor

Cuando tengas la opción, optá por subir y bajar escaleras en lugar de tomar el ascensor. Este sencillo cambio puede tener un impacto positivo en tu salud cardiovascular y en el fortalecimiento de las piernas. Subir escaleras también es un excelente ejercicio aeróbico que ayuda a quemar calorías y a mejorar la resistencia. Incorporar este hábito te permitirá activar tu cuerpo de manera efectiva en distintos momentos del día.

2. Evitar permanecer mucho tiempo sentado

El sedentarismo es uno de los principales enemigos de la salud. Si tu rutina implica estar sentado durante muchas horas, es importante que tomes descansos regulares. Se recomienda no pasar más de 30 o 40 minutos en una misma posición. Una vez transcurrido este tiempo, parate, estirá los músculos, caminá un poco y luego volvé a tu tarea. Estos micro descansos no solo mejoran la circulación y previenen dolores musculares, sino que también te ayudan a mantener la concentración y el bienestar general.

3. Usar la caminata como medio de transporte

Siempre que sea posible, elegí caminar en lugar de usar el auto o el transporte público, especialmente para distancias cortas. Caminar es una forma sencilla y accesible de mantenerse activo y es una herramienta eficaz para cumplir con la recomendación diaria de actividad física. Además, caminar contribuye a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y cuidar el medio ambiente. Hacer de la caminata un hábito diario, como ir al trabajo, hacer mandados o dar un paseo, te permitirá incorporar movimiento sin la necesidad de destinar tiempo extra para hacer ejercicio.

Estos pequeños cambios en tu rutina pueden generar un gran impacto en tu salud. No es necesario dedicar largas horas al gimnasio para mantenerte activo; sumando movimiento en las actividades cotidianas podés mejorar significativamente tu calidad de vida. Comenzá por aplicar estos tres consejos y verás cómo tu bienestar físico y mental se beneficia día a día.